Actitudes Complicadas

domingo, mayo 14, 2006

La Juve gana su Scudetto más triste


Los de Capello conquistaron su 29º campeonato en mitad de un escándalo que lo convierte en el más amargo de la historia del club.

Parecía una tarde normal de fútbol, de esas calurosas que presagian el final de un campeonato, pero nunca la jornada decisiva en la que se resuelve un año de fútbol en Italia. Año que cierra con una Juventus que consiguió su vigésimo noveno Scudetto en el campo tras ganar 0-2 contra la Reggina, pero que aún tendrá que resolver en los despachos, en las múltiples investigaciones por casos de fraude deportivo. En esa lucha surrealista es donde tendrá que vencer la Juve para no caer en el abismo de la vergüenza y la desolación de ver como le retiran de sus vitrinas los dos últimos Scudetto, y le envían a una división inferior. Esas“dos copas de más” que pueden ir a parar al Milan y que su propietario Silvio Berlusconi reclamaba en el palco de San Siro.
El final de liga más extraño de la historia del Calcio. Con hinchas indignados, jugadores cabizbajos, pancartas de repulsa, escepticismo y desilusión, en un torneo que cierra el final de una época, y en el que los que vencieron al final pueden ser los que más pierdan.
No obstante, pese a los escándalos que han arruinado el Calcio, tanto para los jugadores Juventinos, como para los aficionados que poblaban en menor número que en precedentes ocasiones la popular plaza de San Carlo de Turín, este es un campeonato ganado en el campo.
Un equipo rocoso, fiel a la estrategia milimétrica de Capello, líder de principio a fin, y en el que han brillado la capacidad técnica de su faro, Emerson, la clase del incombustible Del Piero o la seguridad defensiva de Cannavaro, y en el que decepcionó la poca aportación del sueco Ibrahimovich, autor de tan sólo 7 goles, que estuvo bien cubierta por la gran campaña de Trezeguet, autor de 23 tantos. Misión cumplida para unos jugadores que recibieron su trofeo, ajenos a toda la miseria que se ha creado fuera del campo.
Merece un aplauso el Milan de Ancelotti, que en el minuto 91, y sin dejar nunca de perseguir su sueño, cumplió en casa venciendo a la Roma (2-1), con Kaká y el reaparecido Totti como estrellas en San Siro. Probable último escenario en el que estará su ídolo Shevchenko, que sin jugar por lesión, podría haber visto por última vez el campo que lo consagró como uno de los grandes, al anunciar su posible marcha con destino a Inglaterra.
Así, Juventus y Milan acceden de manera directa a la Liga de Campeones, por la que tendrán que sudar en verano Inter y Fiorentina en la fase previa. Por su parte, Roma, Lazio y Chievo irán a la UEFA. Mención especial merece el personaje principal de este Scudetto, el goleador Luca Toni, capocannoniere del Calcio, que con 31 goles ha asombrado a Europa, y prepara su destructivo instinto para un Mundial en el que los jugadores italianos intentarán limpiar su nombre.
Todo en un campeonato aún en el aire. Pendiente de la resolución de las investigaciones que han destapado una crisis sin precedentes en el Calcio, y que mancilla su nombre con sucias calumnias.
“Unidos en el duro futuro”, rezaba una de las pancartas de la hinchada juventina. Un futuro incierto y gris que puede presenciar el ocaso de la gran Vecchia Signora, el equipo más grande y laureado que jamás ha existido en Italia.

Javier Picazo
LA VANGUARDIA