Nakatomi Huang
Aquí tenéis un magnífico relato de un amigo, Manuel Pociello... Es lúgubre e intenso... Disfrutadlo!
"…los trémulos ecos de mis pasos me acompañan por el callejón, vislumbro humectantes y vaporosas alcantarillas que emanan aromas insalubres… La cartelería de neón se amontona en las apretadas fachadas de los decrépitos edificios que me circundan, reflejando en los inanes charcos figuras imposibles, fruto de la composición aceitosa y ponzoñosa que los recubre… La noche envuelve la ropa colgada en inestables pejes oscilantes de las ventanas refregadas en tonos herrumbrosos, pero no sólo oigo mis cadentes pasos…
--Nunca debí acudir solo a este lugar--
... Ya acostumbrado a la intempestiva aparición de gatos a mi alrededor y a su rauda huida entre cubos de basura metálicos y ruidosos, mis ojos reparan en volúmenes hieráticos apostados estratégicamente en los laterales del sufrido callejón…¿Qué son?... Atisbo miradas aviesas entre jirones de vestimentas… Hijos de la noche, desechos humanos que se ufanan por mantener un hálito de vida que les mantiene entre los brazos de Baco y Morfeo.
--Acelero el paso--
… Sombras que se mueven a mi paso, quejidos, lamentos, quizás súplicas que redimen plegarias a medianoche… El callejón se torna cada vez más oscuro, solo bañado por el neón insensible, que vaporiza luces sarcásticas sobre mi semblante… La luz disminuye a cada paso, menos carteles, las luces de las casas disminuyen su voltaje y, al fondo, descubro un alto muro que aparece a unos cincuenta metros… Calle cortada, ¿vuelvo?, o ¿continuo hacia mi objetivo?...
--Mis pasos muestran dudas en su avance…debe estar por aquí cerca, introduzco la mano en el bolsillo en busca del móvil… !pero dónde coño estoy!---
… La prístina luz del celular descubre un ejército de individuos malencarados apostados a lo largo del callejón, el rugido de estas almas aumenta de volumen…
--Debo darme prisa, no puedo retroceder, debí venir acompañado, seguro que el grupo de los Outlets, el de Sci-Fi y el del Fantasma está tomando café en Central Perk... ¿por qué demonios vine solo?, esta fauna nocturna parece peligrosa--
…Oigo pasos a mi espalda, con indecisión y osadía miro detrás, ¡Dios mío!, las sombras embutidas en farragosas prendas enmohecidas se elevan de sus cubículos y toscamente avanzan hacia mi…
--No hay tiempo para móviles... ¿Podré auparme al muro por la escalera de emergencia o mediante una pila de basura y cubos de desechos?... Algo toca mi pierna… ¡cabrón!, es un ser sin dentadura de leprosidad suma, el miedo me invade... emprendo la carrera…. no hay escalera, no hay cubos de basura, estoy atrapado, solo, mis amigos no se imaginan mi estado, sollozo de impotencia, imagino mi muerte, rememoro a las personas que amo y he amado, bajo la cabeza y la golpeo contra el muro, un hilo de sangre nubla mi visión por momentos y después endulza mi boca, es momento de darse la vuelta y afrontar mi destino---
… A no más de 20 pasos, una jauría de desmembrados y balanceantes seres, se aproxima a mi encuentro, ocupando todo el ancho del callejón y ocultando la poca luz que se filtra desde la calle principal, tan lejana, tan inaccesible y, extendiendo bajo mis pies largas sombras como alabardas, su paso es inseguro, pero su objetivo es claro; las sombras van oscureciendo el terreno, el muro se torna cada vez más frío y mi mente más serena, la pata de una silla destartalada me mira desde el gélido adoquinado…
--El plan… no hay plan, agarré con todas mis fuerzas el puntiagudo elemento y me predispuse a intentar abatir de certeros golpes óseos a un par de indeseables de primera fila, atravesar el cordón de diablos asesinos, para intentar alcanzar la calle comercial en una última carrera por mi vida… las manos me sudaban, el corazón blandía su inefable traqueteo sobre mi pecho--
--Todo terminó rápido, así fue mejor--
… Ni los periódicos ni ningún otro medio se hicieron eco de este suceso. El cuerpo nunca fue hallado. Además de familiares y amigos cercanos, el único en echar en falta a aquel arrojado individuo fue la litera de abajo fondo-izquierda, habitación de 10 personas, de un albergue cercano a la Universidad de Columbia y Harlem, dónde la siguiente noche únicamente reposó sobre dicha litera una extraña guía turística que pasó desapercibida para los demás moradores, elaborada a mano por su dueño, y subrayada en su interior en tenue bermellón una nota que atestiguaba lo siguiente:
Nakatomi Huang
Elementos exóticos, pócimas, artes adivinatorias, jugos, sanación, y curación de todos los males del cuerpo y del espíritu.
Todo elaborado con ingredientes “muy” naturales y “sin” efectos secundarios.
Callejón Lee Kung. CHINATOWN
1 Comments:
Buen relato... escalofriante....
Publicar un comentario
<< Home