¿Por dónde andas, querido lector?
Este es un fragmento del prólogo que R. Benigni escribió para el guión de su película El Tigre y la Nieve. Aún no se ha estrenado en España, pero no podéis dejar de verla cuándo así sea.
"El Talmud empieza en la página dos para indicarle precisamente al lector que incluso cuando haya terminado de leerlo no habrá comenzado aún. Y Maquiavelo nos dice: hay personas que lo saben todo, pero eso es lo único que saben.
Entonces, ¿para qué leer? Pues porque acaso en el mundo, como en los cuentos de hadas, quede alguien que haga algo que nos enseñaron cuando éramos muy pequeños y que todos hemos olvidado.
¡Que Dios te bendiga, querido lector! Pero ¿quién eres?, ¿por dónde andas? ¡Déjate ver! Tú quizá estés leyendo ahí, tranquilamente, sin darte cuenta de tu unicidad. Definitivamente, los escritores son ya más numerosos que los lectores y dentro de poco será el escritor quien le pida un autógrafo al lector, decía Shane hace ya mucho tiempo. Pero ahora sólo ha quedado un lector: tú. ¡Que Dios te guarde!
Borges decía: que otros se jacten de los libros que les ha sido dado escribir; yo me jacto de aquellos que me fue dado leer. Otros tiempos.
Y es que ya no lee casi nadie. Ni siquiera los críticos, quienes sostienen que si leyeran un libro para reseñarlo después, ello podría alterar su juicio y hacer que se sintieran condicionados por lo que leen, así que, en definitiva, no podrían escribir lo que quieren porque ellos también, como es lógico, lo que quieren por encima de todo es escribir y no leer. Tal vez porque estamos hechos a imagen y semejanza de nuestro Creador.
Y lo cierto, efectivamente, es que ni el Padre eterno se ha leído jamás libro alguno, pero eso sí, ha escrito uno. En el que nos señala una infalible vía para vivir en paz. Y por cómo va el mundo podemos darnos cuenta, una vez más, de que nadie se lo ha leído."
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